¿Deben hablar los pastores de política?
¿Deben hablar los pastores de política?
Si. ¿Por qué? Con gusto responderé esta pregunta. Antes, definamos lo siguiente:
· Proselitismo Político: Empeño o afán con que una persona o una institución tratan de convencer y ganar seguidores para un partido político.
· Política: Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados. — Diccionario Oxford -
Por lo tanto, cuando un pastor habla sobre la administración del poder del estado, se encuentra opinando en términos políticos. El contexto partidario ya ha quedado atrás, porque cuando una persona es elegida, “abandona” el partido y toma el lugar de gobernante (cualquiera que sea su cargo) para el pueblo.
En este sentido, la opinión pastoral es tan importante y NECESARIA para esta sociedad. Una opinión para el mismo cuerpo de Cristo primeramente y luego para el resto de la sociedad.
Que un pastor hable de política o de situaciones sociales no es el problema. El asunto se complica cuando el pastor muestra cierto apoyo o rechazo a algo o alguien en especial.
Lamentablemente un cristiano nominal tiende a tomar una de la siguientes actitudes:
· Debemos orar por nuestros gobernantes. Esto es correcto, necesario y obligatorio. Aunque generalmente, esto se dice cuando no se tienen ningún argumento profundo o razonable.
· El pastor se debe dedicar a predicar. Claro que sí, eso es lo que hace, cada semana. ¿A caso no es esa una de las tantas responsabilidades que tiene?
· Molestia. Porque no comparte con sus inclinaciones políticas. En un país democrático cada quien tiene su propia preferencia política, incluso hasta los pastores, como todo ciudadano.
¿En la biblia alguien hablo de política? En otras palabras, del gobierno y especialmente de estado. Claro que sí, veamos:
· Jesús en Lucas 20:25 — “Entonces denle al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios”. Se refería al poder del Estado, no todo le pertenecía al Cesar.
· Pablo en Romanos 1:16 — “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”. Cuando se refiere al “PODER” está contrarrestando al PODER que tenía el imperio en funciones, por ese motivo menciona dos tipos de nacionalidades (judíos y griegos)
· Romanos 13:3 “Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo.” ¿Acaso Pablo no habló sobre lo que deben hacer nuestros gobernantes?
Jesús el Hijo de Dios y Pablo ministro de Jesucristo, hablaron de política, señalaron al gobierno, y además declararon las responsabilidades de los creyentes en relación a ellos, por ejemplo:
· Orar por ellos, sean que cumplan su responsabilidad o no. 1a Timoteo 2:2–3
· Someternos a su autoridad, nos guste o no. Romanos 13:1
Mis palabras finales …
A los cristianos, debemos tener cuidado en caer el Estatismo que significa la idolatría al estado. Creyendo o exigiendo aspectos que Dios ha prometido darte. No debemos defender personas o partidos políticos. Hay un solo mesias que puede cambiar el rumbo de la vida, la sociedad, la economía y la salud.
Nuestro poder ejecutivo (quien hace todo, El Todopoderoso Lc 1:37;1 Tim 1:17), nuestro poder Legislativo (Quien ha dictado las leyes y normas por medio de la Palabra- Éxodo 21; Salmos 119:5) y el Poder Judicial (Nuestro Juez justo- Salmos 50:6; Isaías 33:22) sólo es Dios.
El gobierno no mantiene a nadie, no es su labor. (“Es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social — Art.1 Constitución Política de El Salvador).
Esta labor de proveedor lo hace Dios y usa nuestras manos para bendecirnos y el sudor de la frente para lograr el pan de cada día (Gen 3:19), sean estos hijos de Dios o no.
Idolatrar o aborrecer a los gobernantes no es actitud de un hijo de Dios. Ninguna persona tiene sabiduría para llevar todo el poder de una sola nación. La historia nos lo ha enseñado, de ahí que nace el estado de Derecho y democrático. Un poder equilibrado y justo. Solamente Dios, el hacedor y creador de todo. Rom 11:36.
Al citar 1 Timoteo 2:2–3, espero realmente que lo hagan. Y que además, escuchen la voz pastoral en estos asuntos en lugar de criticarlos.
Y cuando un líder o pastor incursione en este ambiente, en lugar de juzgarlo debemos apoyarlo, ya que los ministerios no siempre tienen púlpitos en los templos.
Corrijamos está mala praxis social de criticar las opiniones patorales. Además, si los gobernantes o políticos desarrollan o imponen leyes y decretos que afectan a la iglesia ¿por qué nosotros no podemos dar nuestra opinión y postura?
A los pastores y líderes eclesiásticos, debemos romper con el tabú de mantenernos al margen de los aconteceres de nuestra sociedad. El pueblo cristiano debe recibir una postura técnica, académica y Cristo céntrica.
Sin olvidar que al ser pastor no dejamos de ser ciudadanos, tal como lo es un albañil, un médico, un contador o un agente de seguridad.
Debemos entonces, realizar una exégesis bíblica y llevarla al contexto actual. Es una pericia que solo El Espíritu Santo puede dar. Necesitamos pastores y líderes eclesiásticos que hablen, se pronuncien y guíen al pueblo de Dios. Que no vistan colores partidarios, que prediquen de esta manera a Cristo.
La iglesia, la novia del cordero, la amada de Dios; hoy, aún está inmersa en esta sociedad, no se puede hacer ajena a estos asuntos (Mt 5:13–16). Pero, seguirá siendo prioridad cumplir con la gran comisión (Mr. 15:15), entendidos que solo vamos de paso, que nuestra ciudadanía está en los cielos (1 pedro 2:11).